Misioneros Combonianos - Colombia

San Daniel Comboni

San Daniel Comboni - Biografía

Daniel Comboni fue un Pastor, Padre y Profeta del continente africano. cEl nació en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831, en una familia de campesinos al servicio de un rico señor de la zona.
Su padre Luigi y su madre Domenica estuvieron muy unidos a Daniel, que fue el cuarto de ocho hijos, y el único sobreviviente. Ellos tres formaban una familia unida, de fe profunda y rica de valores humanos, pero pobre de medios materiales. La pobreza de la familia empujó a Daniel a dejar su pueblo para ir a la escuela a Verona, en el Instituto fundado por el sacerdote don Nicolás Mazza.
Durante los años pasados ​​en Verona Daniel descubre su vocación sacerdotal y misionera, cursó los estudios de filosofía y teología y, sobre todo, se abrió a la misión de África Central, atraído por el testimonio de los primeros misioneros del Instituto Mazza que regresaron. . del continente. africano.
Comboni trabajó incansablemente por liberar a muchos esclavos, por dar protagonismo a las mujeres africanas, por buscar vocaciones autóctonas y, sobre todo, en la animación misionera de las iglesias.
El 10 de octubre de 1881, a los 50 años de edad, marcado por la cruz que nunca lo ha abandonado «como fiel y amada esposa», Comboni murió en Jartum (Sudán), en medio de su gente, consciente de que su obra misionera no moriría.
Comboni acertó. Hoy su obra no ha muerto. Como todas las grandes realidades que «nacen al pie de la cruz», sigue viva gracias al don que de la propia vida han hecho y hacen tantos hombres y mujeres que han querido seguir a Comboni por el camino difícil y fascinante de la misión, entre los pueblos más pobres en la fe y más abandonados de la solidaridad de los hombres.
La Iglesia reconoció el trabajo y la entrega misionera de Comboni, por eso, el 5 de octubre del 2003, el Papa Juan Pablo II lo canonizó poniendo como ejemplo a seguir en la vida misionera. Su fiesta principal se celebra el 10 de octubre.

 

EL PLAN
RESUMEN DEL NUEVO PROYECTO de la SOCIEDAD DE LOS SDOS. CORAZONES DE JESUS ​​Y MARIA
PARA LA CONVERSION DE AFRICA
PROPUESTO a la S. CONGREGACION DE PROPAGANDA FIDE
por D. Daniel Comboni del Insto. Mazza 1864
Roma, 18 de septiembre de 1864

[800] Una niebla de misterio envuelve todavía hoy aquellas remotas regiones que África Negra, en su vasta extensión, encierra. Gobiernos civilizados y sociedades privadas se esfuerzan en diversas épocas por conseguir que se lleven a cabo exploraciones en aquellas inmensidades, preparando al objeto bien equipados expediciones. Sin embargo, a pesar de los innumerables esfuerzos y de los más grandes sacrificios, nunca se pudo arrancar el impenetrable velo allí extendido a lo largo de tantos siglos.
[801] Ahora bien, mientras que los intrépidos exploradores se han venido ocupando hasta nuestros días de aquella desconocida parte del globo, trabajando sin pausa para llegar al fin de sus investigaciones con la resolución de los problemas geográficos y el descubrimiento de los tesoros escondidos para enriquecer la historia natural y el comercio, el filántropo cristiano, dirigiendo las miradas a las condiciones espirituales y sociales de aquellos pueblos encorvados bajo el yugo de Satanás, profusamente, a su vez, les hizo sentir los efectos de su fraterna conmiseración, y la eficacia. de su cooperación en el mejoramiento de su triste suerte. Y en verdad, hasta nuestros días, estos piadosos sentimientos han recibido de varias partes poderosas y eficaces impulsos, y siempre se han hecho cosas encomiables para sacar al infeliz linaje de los negros de su deplorable condición, dirigiéndolo a vivir a la luz de las verdades. cristianos.

[802] Aparte de las múltiples y diferentes expediciones de diligentes Misioneros que bastantes Ordenes religiosas y Sociedades eclesiásticas emprendieron en los pasados siglos, con la autorización de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide, a fin de enarbolar la bandera de la Cruz en las ardientes llanuras habitadas por los negros, el Pontífice Gregorio XVI, de venerada memoria, fundaba la Misión de Africa Central; y el inmortal Pío IX, gloriosamente reinante, confirmando los decretos de su Predecesor, enviaba allí a los Misioneros, los cuales, remontando el Nilo, en 1848 penetraban en el nuevo Vicariato apostólico, el más vasto del mundo, que abarcaba una superficie mayor que el doble de la de toda Europa. En este extensísimo campo abierto al celo de la caridad del Evangelio, hicieron inauditos esfuerzos muchos dignos Sacerdotes de la Alemania austríaca y bávara, y sobre todo del Tirol alemán, congregados por el excelso Comité de la Sociedad de María, y por los fervientes afanes del benemérito Profesor Mitterrutzner; luego, los Misioneros del Instituto Mazza de Verona, y por último, un numeroso grupo de Franciscanos. Esta selecta falange de las milicias de Cristo, después de tremendos obstáculos y enormes sacrificios, conseguía fundar a lo largo de las riberas del caudaloso Nilo, que discurre entre el trópico de Cáncer y el Ecuador, cuatro Estaciones importantísimas, determinando como centro de comunicación la metrópoli del Sudán egipcio, cuyas condiciones políticas y situación geográfica la destinaban a ser el último punto de apoyo de los europeos que viajan a aquellos remotos lugares.
[803] Pero todos estos generosos intentos de la caridad del Evangelio, todos estos nobilísimos esfuerzos de más de tres lustros deshacíanse al chocar contra los escollos que allí se erguían insuperables: un triste egoísmo, la caterva de dificultades, y la inclemencia de aquellas desdichadas tierras, letal para el europeo.. Y con el sacrificio de la vida de más de las tres cuartas partes de los Atletas de Cristo consagrados a aquella ardua empresa, se compraron a alto precio los escasos frutos de limitadas y poco firmes conversiones.
[804] Nosotros, que durante algún tiempo anduvimos por aquellas remotas tribus, y que en la medida que nos lo permitieron las terribles enfermedades que varias veces nos llevaron al borde de la tumba, estudiamos la naturaleza, las costumbres y las condiciones sociales, comprendimos, entre otras cosas, que aparte del primer obstáculo que se nos oponía a la conversión de los negros, la inclemencia del clima, estaba la falta de un centro vital que fuese capaz de perpetuar la obra de la propagación de la Fe en Africa Central.
[805] Cualquier Misión, para que se pueda garantizar su perpetuación, es preciso que tenga un centro seguro del que emane incesantemente el espíritu de vitalidad, que se extienda vigoroso por su superficie a fin de conservar en ella los preciosos brotes, la existencia y el ministerio; un centro vital que le suministre y le posibilite permanentemente la recluta anual, con la que se nutran las filas de Misioneros continuamente mermadas por la inclemencia climática, las fatigas y el martirio. Este centro de vitalidad se muestra oportuno, en general, en los Institutos y Seminarios de Europa, en beneficio de las Misiones de Asia, América y Oceanía, al haber entre Europa y estas tres partes del mundo cierta homogeneidad de índole, costumbres y clima, o al menos, entre una y las otras, un poder de comunicar y una capacidad de recibir de manera permanente y estable las mágicas impresiones de la vida, que en los cuerpos de la sociedad humana suele infundir el espíritu del Evangelio.
[806] Pero tal centro benéfico del que brote ese espíritu de vitalidad tan necesario para la conservación y perpetuación de las Misiones extranjeras no puede ser, aquí en Europa, oportuno ni eficaz para la conversión de los negros. Porque la experiencia claramente ha demostrado que el Misionero europeo no puede trabajar en su obra de redención en aquellas abrasadas regiones del Africa interior, funestas para su vida; que no puede soportar la dureza de las fatigas, la multiplicidad de las incomodidades y la inclemencia del clima. E igualmente la experiencia ha demostrado que el negro no puede recibir en Europa una completa enseñanza católica, de manera que luego sea capaz, apoyado en un continuo bienestar físico y de ánimo, de promover en su tierra natal la propagación de la Fe; porque, o no puede vivir en Europa, o a su regreso a Africa se revela inepto, por las casi inevitables costumbres europeas adquiridas en el centro de educación, que inclinan al rechazo y son nocivas en las condiciones de la vida africana. [807] Nosotros somos testigos oculares de los terribles estragos que causaron en los más robustos Misioneros las fatigas, las incomodidades y el deletéreo clima africano. Esto era de tal manera que los que habían sobrevivido al peligroso viaje al Nilo Blanco, apenas se hacían idóneos para evangelizar a los africanos con el aprendizaje de la lengua de una tribu donde se había establecido una Estación católica, sucumbían acto seguido a una muerte casi repentina, dejando siempre estéril el fruto de la obra de la conversión de los negros, los cuales, por las siempre continuas y reiteradas bajas entre los Misioneros, gimen todavía bajo la férula del más degradante fetichismo. Por otra parte, Propaganda, que tiene conocimiento de todas las Instituciones que emprendieron en Europa la educación de individuos de la raza negra, puede confirmar lo ineficaz e inoportuno de la creación de un clero indígena formado en tierras europeas y destinado a evangelizar el centro de Africa.
[808] Así pues, estando claramente demostrado por la experiencia que el sistema seguido hasta ahora, aunque utilísimo para la conversión de los infieles de las otras partes del globo, es en cambio totalmente inadecuado para la regeneración del Africa interior, porque al no poder el misionero europeo vivir en aquellas abrasadas regiones, no conseguirá nunca implantar y perpetuar allí la Fe, y porque el indígena africano formado en Europa se vuelve, por las razones antes expuestas, incapaz de ejercer el ministerio en su país natal, la S. Congregación de Propaganda Fide está en la dura alternativa de decretar la extinción de la importante Misión de Africa Central, o de solicitar la elaboración de un proyecto que inspire más fundadas esperanzas de éxito sobre la conversión de los negros.
[809] Pero la desoladora idea de ver suspendida quizá por muchos siglos la obra de la Iglesia en favor de tantos millones de almas gimientes todavía en las tinieblas y sombras de muerte, debe herir profundamente y señorear por completo el corazón de todo devoto y fiel católico inflamado del espíritu de la caridad de Jesucristo. Por eso, para seguir el impulso de esta sobrehumana virtud, y para alejar para siempre del filántropo cristiano la angustiosa idea de dejar en poder del paganismo y de la barbarie esas inmensas y pobladas regiones, sin duda las más menesterosas y abandonadas del mundo, es preciso abandonar el camino seguido hasta ahora, cambiar el antiguo sistema y crear un proyecto que conduzca más eficazmente al deseado fin. Esta es la razón por la que, en nuestra pequeñez, hemos tratado de encontrar un camino probable, si no seguro, a fin de empezar a dar los pasos necesarios para la regeneración futura de esas almas abandonadas, a cuyo bien estuvieron siempre dirigidos todos los pensamientos de nuestra vida, y por las cuales derramaremos con gusto nuestra sangre hasta la última gota.
[810] Y he aquí que nos viene a la mente un proyecto, que si no presenta todas las ventajas susceptibles de hallarse en los concebidos en favor de las otras Misiones del mundo, quizá resulte válido para producir una considerable mejora de la infeliz condición de los negros; de modo que por las vías trazadas por la Providencia llegue a participar poco a poco de los frutos inefables de la Redención del Hombre-Dios.
[811] No solamente los negros del Africa interior, sino también los de las costas y de todas las otras partes de la gran península, aunque esparcidos en millares de tribus diferentes, están troquelados más o menos con una misma índole, hábitos, tendencias y costumbres, que conocen quienes llevan mucho tiempo ocupándose de su bien; y por tanto nos parece que la caridad del Evangelio puede suministrarles comunes remedios y ayudas, que permitan comunicar eficazmente a la gran familia de los negros las preciosas ventajas de la Fe católica. Así, consideramos nosotros oportuno, y casi diríamos necesario, que entre las múltiples ideas que se podrían llevar a la práctica para la regeneración de los negros se elija aquella que reúna en sí una absoluta unidad de concepto a la par que una general simplicidad de aplicación.
[812] Y tal nos parecería precisamente el proyecto que nosotros hemos ideado para la conversión de los negros; proyecto que, aunque amplio en su extensión, y arduo en su completa realización, se nos muestra sin embargo uno y simple en su concepto y en su aplicación.
[813] Este proyecto, por eso, no quedaría restringido a los antiguos límites trazados para la Misión de Africa Central, a la que hemos visto fracasar por las razones antedichas, sino que abarcaría a toda la estirpe de los negros; y por ello desplegaría y desarrollaría su actividad en casi toda Africa cuyos países están habitados por la raza negra.
[814] Ahora bien, aunque la S. Sede Aplica. no haya logrado implantar establemente la Fe en las más vastas tribus de la Nigricia Central, prodiga sus benéficas atenciones en las islas y costas que rodean la gran península africana, donde fundó doce Vicariatos, nueve Prefecturas aplicas. y diez Diócesis, que se muestran más o menos florecientes:
[815] A septentrión, los dos Vicariatos apostólicos de Egipto y de Tunicia, y las tres Prefecturas aplicas. del Alto Egipto, Trípoli y Marruecos.
[816] A poniente, los cinco Vicariatos aplicos. de Senegambia, Sierra Leona, Dahomey, Guineas y Natal, y las tres Prefecturas aplicas. de Senegal, Congo, y de las islas Annobón, Corisco y Fernando Poo.
[817] A mediodía, los dos Vicariatos aplicos. de los Distritos oriental y occidental del cabo de Buena Esperanza.
[818] Al sudeste, el Vicariato aplico. de Madagascar, y las tres Prefecturas aplicas. de Zanguebar, de las islas Seychelles, y de las islas Nossibé, Sta. María y Mayotte.
[819] Al nordeste, los dos Vicariatos apostólicos de Abisinia y de los Gallas.
[820] Por otra parte, entre las Diócesis florecen especialmente: a septentrión, la de Argel, y al sudeste, la de St. Denis, en la isla de Reunión, en el océano Indico. Es por tanto natural que para realizar el ideado proyecto, se necesite invocar la ayuda y cooperación de estos Vicariatos, Prefecturas y Diócesis ya establecidos alrededor de Africa; los cuales, contemplando más de cerca la lastimosa miseria y la extrema necesidad de las inmensas poblaciones del interior, sobre las que todavía no ha brillado el luminosísimo astro de la Fe, podrán concurrir válidamente con su autoridad, su consejo y sus obras a auxiliar y facilitar la realización de la gran empresa de regenerar a las vastas y populosas tribus de la Nigricia entera.
[821] Así pues, el Proyecto que nos atreveríamos a someter a la S. Congr. de Prop. Fide sería la creación de innumerables Institutos de ambos sexos que deberían rodear toda Africa, juiciosamente situados en lugares oportunos, a la menor distancia posible de las regiones interiores de la Nigricia, dentro de zonas seguras y algo civilizadas, en las que pudiese vivir y trabajar tanto el europeo como el africano.
[822] Estos Institutos masculinos y femeninos, cada uno emplazado y erigido según las normas de las constituciones canónicas, deben acoger chicos y chicas de raza negra, con el fin de instruirlos en la religión católica y en la civilización cristiana, para crear con ellos dos Cuerpos, uno de cada sexo, destinados, cada uno por su lado, a adentrarse poco a poco y extenderse por las regiones interiores de la Nigricia para implantar allí la Fe y la civilización recibida.
[823] A dirigir estos Institutos serían llamadas las Ordenes religiosas y las Instituciones católicas masculinas y femeninas, aprobadas por la Iglesia, o reconocidas o permitidas por la S. Congr. de Prop. Fide, con el beneplácito de ésta y el acuerdo recíproco con los Jefes y Superiores generales de esas Ordenes e Instituciones. Aparte de esto, previo mandato de Propaganda, se podrán fundar con el mismo objeto nuevos Seminarios para las Misiones africanas, constituidos según el plan de los Seminarios de Misiones Extranjeras ya existentes, con la aplicación de todas aquellas normas que la experiencia revelase convenientes para Africa.
[824] Estos Institutos serían puestos bajo la jurisdicción de los Vicariatos y Prefecturas aplicas. ya existentes en las costas de Africa, o de los que la S. Cong. de Prop. Fide decidiese fundar, según los progresos de la Obra del nuevo Proyecto.
[825] El personal de Dirección de estos Institutos gobernaría los correspondientes Cuerpos de alumnos ateniéndose a las reglas y al espíritu de la propia Institución, con adaptación a la conveniencia y a las necesidades del Africa interior; y tendría como objetivos específicos obtener el mantenimiento y el buen funcionamiento de los Institutos de negros y de negras, pero sin dejar de promover y realizar todo el bien que pueda a los países donde los Institutos estén ubicados.
[826] La formación que deberá darse a todos los individuos de ambos sexos pertenecientes a los Institutos que rodeen Africa consistirá en infundir en su alma y hacer que arraiguen en ella el espíritu de Jesucristo, la integridad en las costumbres, la firmeza en la Fe, las reglas de la moral cristiana, el conocimiento del catecismo católico, y los primeros rudimentos del saber humano de primera necesidad. Además de esto, cada uno de los varones será instruido en la ciencia práctica de la agricultura, y en una o más artes de primera necesidad; del mismo modo, cada hembra será instruida en las labores domésticas de primera necesidad. Y esto, a fin de que los primeros se conviertan en hombres honrados y virtuosos, útiles y activos, y las segundas lleguen a ser por su parte virtuosas y hábiles mujeres de familia. Creemos que esta activa aplicación al trabajo, a que deseamos someter a todos los miembros de los Institutos africanos, puede redundar grandemente en el bien moral y espiritual de los individuos de raza negra, inclinada sobremanera a la pereza y a la inacción.
[827] Cuando los alumnos de ambos sexos hayan completado su educación religiosa y civil, la dirección del correspondiente Instituto favorecerá en todo lo posible a cada individuo que salga de su jurisdicción, prestándole ayuda y consejo para que se encuentre en condiciones de conservar los sanos principios de religión y de moral que le fueron inculcados con la formación recibida.
[828] Cada uno de estos Institutos que rodeen la gran península africana dará origen al correspondiente Cuerpo masculino o femenino, destinado a adentrarse gradualmente en las regiones de la Nigricia central, a fin de iniciar y establecer en esos lugares la obra salvífica del Catolicismo, y crear allí Estaciones que difundan la luz de la Religión y de la civilización.
[829] El Cuerpo de jóvenes negros, formado por los individuos que sean considerados aptos para el gran fin, estará compuesto:
1.oDe hábiles catequistas, a los que se les dará un amplio conocimiento de las ciencias sagradas.
2.oDe hábiles maestros, a los que se instruirá en lo posible en las ciencias de primera necesidad adaptables a los países del interior.
3.oDe hábiles artesanos, a los que se impartirá la enseñanza práctica de las artes necesarias y más útiles en las regiones centrales, para formarlos como virtuosos y hábiles agricultores, médicos, sangradores, enfermeros, farmacéuticos, carpinteros, sastres, albañiles, zapateros, etc.
El Cuerpo de las jóvenes negras, integrado igualmente por las que entre ellas se muestren más adecuadas para el gran fin, estará compuesto:
1.oDe hábiles catequistas, a las que se instruirá lo mejor posible en la religión y en la moral católica, a fin de que difundan sus reglas y su práctica en la degradada sociedad femenina africana, de la cual, como entre nosotros, depende absolutamente la regeneración de la gran familia de los negros.
2.oDe hábiles maestras y mujeres de familia, las cuales deberán promover la instrucción femenina, en cuanto a leer, escribir, hacer cuentas, hilar, guisar, tejer, cuidar a los enfermos, y ejercer todas las labores femeninas más útiles en los países de la Nigricia Central.
[830] Adentrándose poco a poco estos dos grandes Cuerpos en los diversos puntos del interior por medio de cada uno de los diferentes Institutos que rodeen Africa, cada individuo, mientras trabaje en la propagación de la religión y la civilización, menester para el que fue instruido, y en promover la agricultura en las tierras vírgenes de libre ocupación, podrá abrazar el estado de vida al que se sienta más inclinado.
[831] De la clase de los catequistas integrada en el Cuerpo de los jóvenes negros, se formará una sección con los individuos más distinguidos por su piedad y saber en los que se descubra una probable disposición al estado eclesiástico; y ésta será destinada al ejercicio del ministerio divino. En la institución de esta sección privilegiada se excluirá la multiplicidad de materias a la que están sujetos los alumnos de los Seminarios de Europa, y se limitará la enseñanza a las disciplinas teológicas y científicas de primera necesidad, suficientes para las necesidades y exigencias de aquellos países. Y teniendo en cuenta el precoz desarrollo físico e intelectual del indígena africano, no querríamos que esta enseñanza durase doce y más años, como es lo establecido en Europa; limitada a una duración de seis a ocho años, nos parece suficiente.
[832] Sin embargo, la especial condición de la inconstancia e indolencia que marcan la índole y el carácter de la raza negra deberá imponer la más rigurosa cautela al determinar, para los aspirantes al Sacerdocio, la época de su promoción a las órdenes sagradas. Y nosotros estamos plenamente convencidos de que es absolutamente necesario establecer que no las reciban sino tras bastantes años de probada firmeza y castidad, transcurridos en el noviciado de una vida ejemplar y activa y en el ministerio de la comunicación de la Palabra divina, ejercido en las Estaciones ya implantadas en el interior de la Nigricia, en condiciones de un severo e irreprochable celibato.
[833] Del Cuerpo de las jóvenes negras, entre las que no se sientan inclinadas al estado conyugal, se creará, del mismo modo, la sección de las Vírgenes de la Caridad, formada por aquellas que se distingan por su piedad y conocimiento práctico del catecismo, de las lenguas y de las labores femeninas. Esta sección privilegiada constituirá la más selecta falange del Cuerpo femenino, destinada a dirigir las escuelas de niñas, realizar las funciones más importantes de la caridad cristiana y ejercer el ministerio de la mujer católica entre las tribus de la Nigricia.
[834] De este modo, gracias al importantísimo ministerio del Clero indígena y de las Vírgenes de la Caridad, secundado por la acción benéfica de los catequistas, de los maestros y de los artesanos, así como de las catequistas y de las maestras y mujeres de familia, se formarán poco a poco numerosas familias católicas, y surgirán florecientes sociedades cristianas, y nuestra santa religión, extendiendo su saludable influjo sobre la africana familia, ensanchará poco a poco su benéfico imperio por la vasta extensión de las inexploradas regiones de la Nigricia entera.
[835] Habiendo demostrado la experiencia que sólo la continuada permanencia en los países del interior, y no una estancia temporal, es peligrosa e incluso fatal para el europeo, las fundaciones de Misiones y de Cristiandades que andando el tiempo se constituyan en los países de Africa Central serán iniciadas y puestas en marcha personalmente por Misioneros europeos, enviados a tal fin por los correspondientes Vicarios y Prefectos apostólicos. Ellos deberán determinar, entre los catequistas o Sacerdotes indígenas de probada idoneidad, el personal al que será confiada la dirección permanente de las Estaciones y Cristiandades del interior, ya iniciadas y puestas en marcha por los Misioneros europeos.
836] Por otro lado, las estadísticas de las Misiones africanas han probado que la mujer europea, dada la ventajosa elasticidad de su físico, la índole de su moral y los hábitos de su vida doméstica y social, resiste bastante más que el Misionero europeo la inclemencia del clima africano. Por eso, en conformidad con el juicio y mandato de los respectivos Vicarios o Prefectos apostólicos, podrán establecerse Institutos regulares femeninos de Europa en los países del interior de Africa menos letales para el europeo, a fin de prestar con eficacia los maravillosos e importantes servicios de la mujer católica en favor de la regeneración de la gran familia de los negros.
[837] Como la índole y el carácter de esa raza es extremadamente variable e inconstante, creemos oportuno y necesario que la S. Congr. de Prop. Fide autorice a los Vicarios o Prefectos apostólicos, en su legítima y correspondiente jurisdicción, a decretar frecuentes visitas apostólicas a las Misiones y Cristiandades establecidas en el interior, con vistas a corregir, fortalecer y mejorar las condiciones del Catolicismo en aquellas peligrosas tierras, donde a menudo un egoísmo mezquino y el fanático fervor del islamismo corrompen y deshacen la obra del sacerdocio cristiano; y donde el tenor de vida, el clima y otras especiales circunstancias contribuyen a debilitar, a la par que el cuerpo, el espíritu, y a relajar la disciplina eclesiástica con grave peligro de la fe. Con esa finalidad enviarían misioneros europeos idóneos, que sin riesgo absoluto de la vida, por la razón antes expuesta, podrían, con gran provecho, llevar a cabo su importante Misión.
[838] Con objeto de cultivar las inteligencias que pudieran revelarse más destacadas en la sección de los Misioneros indígenas, para formarlos como hábiles e iluminados jefes de las Cristiandades del interior de la Nigricia, la Sociedad destinada a regular el nuevo Proyecto, vistos los progresos de sus grandes obras, podrá fundar a ese fin cuatro grandes Universidades Africanas Teológico-Científicas en los cuatro puntos más importantes de la periferia de Africa, que serían, a nuestro juicio: Argel; El Cairo; St. Denis, en la isla Reunión, en el océano Indico; y una de las ciudades más importantes de las costas occidentales de Africa, en el océano Atlántico.
[839] En estos cuatro Centros Universitarios, como también en otros puntos de gran importancia de las islas y costas que circundan Africa, se podrían fundar con el paso del tiempo grandes establecimientos Artesanales de Perfeccionamiento para los jóvenes negros de la clase de los Artesanos considerados más aptos para recibir una más elevada instrucción, a fin de que con la introducción de artes que mejoren las condiciones materiales de las vastas tribus de la Nigricia, encuentren los Misioneros facilitada su tarea para implantar allí más radical y establemente la Fe.
[840] Para poner en práctica y dirigir el nuevo Proyecto se constituirá en una de las capitales de Europa un Comité, compuesto por hábiles y activos Prelados, Eclesiásticos y distinguidos Seglares, dependiente de la S. Congr. de Prop. Fide. El Comité, gobernado por un Presidente, recibirá el nombre de Comité de la Sociedad de los Sagrados Corazones de Jesús y de María para la Conversión de la Nigricia.
[841] La Misión específica de este Comité será:
1.oPor medio de un Procurador establecido en Roma, mantener contactos con la S. Congr. de Prop. Fide, y tratar sobre cada una de las empresas más importantes de la nueva Sociedad.
2.oTratar con los Centros generales de las Ordenes y Congregaciones masculinas y femeninas para la fundación de los Institutos Africanos, y mantener correspondencia con dichos Centros, con los Vicariatos y Prefecturas apostólicas de Africa, y con las direcciones de los Institutos de negros.
3.oProveer los medios pecuniarios y materiales para la realización del nuevo Proyecto, con el beneplácito de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide.
4.oFundar Institutos, Seminarios y Establecimientos artesanales en los Centros más adecuados de Europa y América para las Misiones de Africa.
5.oCrear un Cuerpo de cultos y diligentes Misioneros europeos, para tratar personalmente con los Vicarios y Prefectos aplicos. de Africa y con los jefes de los Institutos sobre las cosas que sean del interés de la nueva Sociedad, y explorar las costas y los puntos más importantes de Africa donde establecer los Institutos de negros.
6.oEstudiar y aplicar los medios más eficaces para mejorar el modo de realización del nuevo Proyecto.
7.oRecoger y publicar anualmente en varias lenguas los progresos de las Obras de la nueva Sociedad, y extraer conocimientos de la experiencia práctica para mejorar la condición de los Institutos y Cristiandades africanos en provecho de la regeneración de la Nigricia.
[842] Tenemos la firme esperanza de que este Proyecto de la Sociedad de los Sagrados Corazones de Jesús y de María para la Conversión de la Nigricia, en caso de que fuera acogido favorablemente por la S. Sede aplica., obtendrá la cooperación de todas esas santas Instituciones que hasta ahora se han dedicado a promover, o lo han intentado, el mejoramiento espiritual de la raza negra, y que recibirá también protección y ayuda de esas pías Sociedades que aportan medios pecuniarios y materiales a las santas Obras instituidas para la propagación de la Fe de Jesucristo.
[843] Finalmente, nos sonríe en el alma la más dulce esperanza de que la unidad, la simplicidad y la utilidad del nuevo Proyecto de la Sociedad de los Sagrados Corazones de Jesús y de María para la Conversión de la Nigricia satisfarán la mente y el corazón de Humo. Padre, el inmortal Pontífice Pío IX, del Emmo. Cardenal Prefecto General y de los Emmos. y Rmos. componentes y Consultores de la Sagrada Congr. de Prop. Fide, y que al mismo tiempo encontrará un eco de aprobación y un punto de favor y de ayuda en el corazón de los católicos de todo el mundo, identificados e incluidos en el espíritu de esa sobrehumana caridad que abarca la inmensa vastedad del universo, y que el divino Salvador vino a traer a la tierra: ignem veni mittere in terram et quid volo nisi ut accendatur?
[844]  Si la S. Sede aplica. sonríe benignamente al nuevo Proyecto de la Sociedad de los Sdos. Corazones de J. y de M. para la Conversión de la Nigricia, estamos contentos de consagrar nuestras débiles fuerzas y toda nuestra vida para cooperar, en nuestra pequeñez, a la gran obra. Tenemos la firme seguridad de su feliz resultado, porque nos mostrará la suprema voluntad del cielo; y el gran Dios de las misericordias eliminará para siempre la tremenda maldición que pesa de tantos siglos sobre los míseros hijos de Cam, y la bendición se extenderá pacíficamente y se perpeturará en la gran familia de los negros.
[845]  Y si la S. Sede aplica. no juzga oportuno aprobar este nuevo Proyecto, nosotros también estaremos contentos de someternos totalmente a las siempre adorables disposiciones de la Providencia divina, y tendremos un nuevo motivo para con toda razón exclamar con el gran Apóstol: servi inutiles sumus.
[846]  Loor y Gloria a los Sdos. Corazones de Jesús y de María,
A S. José, a los Stos. Apóstoles, a S. Francisco Javier,
al BP Claver, ya la B. Mª. Alacoque.

Daniel Comboni
del Insto. Mazza
Mis. Ap. de Africa Central
Roma, 18 de septiembre de 1864
día de la Beatificación
de Sor Mª Alacoque de la Visitación

[847]
 PS La Santidad de NS Pío IX se ha dignado alentar la ejecución de este nuevo Proyecto para la Conversión de la Nigricia; y Su Em.a el Cardenal Barnabò, Prefecto General de la S. Congregación de Propaganda Fide, quiere que cuente con la asistencia de la Pía Obra de la Propagación de la Fe de Lyon y París.

[848]  Como corolario de este nuevo Proyecto resultará la realización del Plan del M. Rvdo. D. Nicolás Mazza, a cuyo Instituto se le asignará un Vicariato o una Prefectura apostólica en África Central asistida por la Sociedad de María de Viena.



D. Comboni